martes, 20 de mayo de 2014

27) Portomarín - Palas de Rei


27ª etapa. Portomarín - Palas de Rei (25 kilómetros)
Perfil Portomarín - Palas de Rei
Castro de Castromaior
El primer punto de interés de esta etapa está en la población de Castromaior, cuyo nombre tiene mucho que ver con el castro prerromano que hubo allí y que actualmente se está recuperando. Las excavaciones le muestran como uno de los más grandes de la Edad del Hierro que pueden encontrarse en el Camino de Santiago. Y también en Castromaior, tenemos la iglesia de Santa María, románica del siglo XII.

Iglesia de Santa María (Castromaior)
Al llegar a Os Lameiros nos encontramos el pazo con la capilla de San Marcos, y allí también podemos ver el crucero de Lameiros. Y en Eirexe hay una iglesia románica pero que ha sufrido importantes modificaciones que, en cierto modo, la convierten en neoclásica.

Y finalmente llegamos a Palas de Rei, donde puede visitarse la iglesia de San Tirso, románica del siglo XII aunque, también en este caso, con grandes modificaciones. Únicamente conserva del románico la portada.



Crucero de Os Lameiros
Iglesia de Santiago (Eirexe)















Iglesia de San Tirso (Palas de Rei)

CRÓNICA DIARIA DE JAVI

Cena en Portomarín con tres coreanos más y dos chicas; una guanche y otra de Madrid. Ración de chistes de Fredo y chupitos venenosos. Nos quejamos y nos cambian por otros de alfalfa.

Compartimos dormitorio con otros ocho màs. Nos dejan dos de ellos en ridículo con los ronquidos. Pensábamos que éramos los mas potentes.

Noche gloriosa, Hilda (la guanche) y Ester (la madrileña) bajan los colchones y se van a dormir a la cocina.

Nos levantamos a las 06:30 y salimos una hora más tarde con un frío que pela. Camino junto a la carretera casi todo el tiempo. Desayuno en mitad de la etapa y paradas para blanquear godello en los últimos cinco. Nos clavan en uno y repetimos en los económicos. Alguno se ha dado cuenta de que tiene más efectividad la uva godello que el ibupofreno.

Llegada con lluvia a Palas de Rey. Pepiño no está.

Vuelta por el pueblo y recibimos a Antonio. Viene con Andrés, su hijo, y Carlos, su consuegro, el de los siete kilos de frutos secos. Cenamos todo el grupo en el albergue Benito. Nuevo de paquete. Cómodo y con buenas instalaciones. Nos atienden Manuel, el jefe, e Ingrid; dominicana (como la mayoría, simpatiquísima y extremadamente educada). Estrella michelín concedida.

Dormimos los nueve solos. Esta noche no nos deja en ridículo nadie como anoche.
Hoy nos han alcanzado Trina y Lina. Ayer Dubby y Tim. Les habíamos dejado atrás hace varias etapas. Echamos de menos a Luis Mari. Esperamos verle en Santiago el día veinticuatro.

El Camino está lleno desde Sarria. Hay que pedir permiso para adelantar.

Mañana tenemos prevista "sobrediócesis" de pulpo y turbio en Melide, y cena en Casa Tomasa, de Arzúa.

Acabamos de cenar en casa Benito y subimos de dos a cinco las michelines.

Fin de la crónica.

Por la mañana, saliendo de Portomarín. La colada del peregrino colgada de la mochila. No ha secado. Llueve


Niebla en el embalse. Bajo sus aguas estuvo el pueblo y también su iglesia


Con la niebla al fondo...


Detrás de Angelita un paisaje inquietantemente bello


Y seguimos bajo la lluvia


Autofoto de Víctor con todos detrás


Javi como un auténtico peregrino


Verdísimos bosques de Galicia


Javi, como buen pasiego, supo protegerse del frío. ¿Para qué prendas térmicas de cien euros?




Ahí, donde lo veis, nos asaron unos chorizos criollos para acompañar al vino


Manolo y Javi a la espera...


Berto, Angelita y Víctor, también a la espera


Autofoto de Tonio antes de la cena en Palas de Rei


Mi credencial se va llenando de sellos

2 comentarios:

  1. Me imagino que ya estaréis en Palas de Rei. Aún no he visto la crónica en el blog. No sé si Tonio se ha unido a vosotros ni cómo ha ido la etapa. Espero que bien. Os encontráis en otro pueblo auténticamente peregrino, lugar desde donde mucha gente sale los fines de semana para realizar la etapa hasta Arzua en plan senderista, son treinta kilómetros muy apropiados para estos menesteres. Yo, en una ocasión, la realicé un sábado y doy fe de ello. Es un recorrido muy bonito pero si está saturado de gente el encanto disminuye considerablemente. Recuerdo que llovió a mares y los paraguas inundaban el camino. En mi caso el chubasquero no sirvió y al llegar a O Coto tuve que cambiarme de ropa porque estaba calada hasta los huesos. En Leboreiro dejó de llover y sellé en su templo, que por cierto tiene una curiosa leyenda que cuenta que cerca de esta iglesia, un día comenzó a manar agua de una fuente que emitía un suave perfume durante el día y luz durante la noche. Los aldeanos, sospechando que se trataba de un milagro, cavaron al lado de la fuente y encontraron una imagen de Nuestra Señora, que inmediatamente fue trasladada a la iglesia. Pero la Virgen volvía cada noche a la fuente. Y así continuó sucediendo hasta que un día un artista tuvo la idea de esculpir una talla de la Virgen en el tímpano. Desde entonces, la imagen de Santa María de Leboreiro, consintió quedarse en la iglesia. Aun así, cuentan que cuando nadie la ve, durante la noche, la Virgen sale de su capilla y se dirige a la fuente para bañarse en ella. Como podéis observar una mezcla de raíces ortodoxas y cristianismo triunfante, ya que nunca antes había oído que una Virgen saliese de la iglesia para irse a bañar a una fuente. Otra curiosidad de este pueblo es el nombre, Leboreiro, que significa “Campus Leporarius” por la gran cantidad de liebres que hay en su entorno. Antes de llegar a Melide pasareis por un entorno realmente mágico que merece foto (no me refiero al polígono…) ya lo descubriréis… Y por supuesto, no podéis dejar de probar el sabroso pulpo de Melide, plato típico junto a su famoso ribeiro.
    Que toda os vaya igual de bien… Ya queda menos…
    ¡Buen Camino, Peregrinos!

    Estrella Camino

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  2. Como me alegro d ver d nuevo a Tonio en el camino! !!...
    Ahora ya queda menos y Santiago os espera a todos. .. ENHORABUENA! !!

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